No es el fútbol el único sustento del deporte español, aunque lo parezca. El Europeo logrado en Hungría por la selección española de fútbol sala lo demuestra. También los logros de Nadal en tenis, de nuestros baloncestistas, de Contador sobre la bicicleta y de tantos otros.

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Y no sólo de fútbol, del Real Jaén en nuestro caso, vive el deporte jienense. Por mucho que nos empeñemos. El cuarto puesto del Caja de Jaén en la Copa del Rey, el buen momento del CTM Cuvefarma Linares, la presencia de ocho ciclistas de la provincia en el Andalucía-Cajasur, la militancia del CH Alcalá en División de Honor y otros éxitos individuales y de equipo avalan esa realidad.

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Al igual que aquel equipo de balonmano que estuvo en la elite nacional: el ADA Jaén. Pero aprovechando el triunfo de los jugadores de José Venancio, es imposible no destacar, y recordar, el papel del fútbol sala de Jaén. Porque al igual que Luis Amado, Javier Rodríguez, Álvaro, Kike y el resto de sus compañeros pueden presumir de ser campeones de Europa (pese a la UEFA y a la FIFA, y a su absurda reglamentación), hace casi 19 años el quinteto formado por Polo, Quique, Yoyo y los mágicos brasileños Douglas y Adolfo Boni (acompañados de Cuesta, Felipe, Alberto, Tello, Garrido, David, Lolo, Ramón, Palomino y Luis) convertían al entonces Oliva Secavi ,en una La Salobreja a reventar, -no se sorprendan de ello- en campeón continental de clubes, título que revalidaban un año más tarde en Lisboa ante la potente escuadra local del Estrelas da Avenida. De aquello sólo nos quedan fotografías y las posteriores caídas después de pasar de la FAFS a la LNFS.

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Ahora, el heredero Adenta Jaén FS (institución que ya tiene tres décadas), el CD Jaén Clima y el Linares FS tienen que conformarse con sufrir la realidad de soñar con poder ascender a División de Plata.

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Agustín Toledano Soto

Periodista