“DONATIVOS PARTICIPATIVOS”
De repetirse la historia en el Real Jaén vamos a acabar por no creerla. Como en el cuento de Pedro y el lobo. Vuelve la situación del año pasado: o se paga o se desciende. La fecha límite, el 30 de junio. La principal fórmula que han puesto encima de la mesa los mandatarios del club, unos donativos a los que han llamado préstamos participativos.
Desde que acabó el campeonato liguero, han ido pasando los días a la espera de que el juez aprobase estos “préstamos”. La apuesta por esta vía deja la mayor parte del peso de la supervivencia en manos de los aficionados. En un momento de crisis económica. Además no es la primera vez que se pide a la masa social que haga un esfuerzo: y no es de recibo que siempre caiga sobre los mismos hombros la responsabilidad, y más –coincido con el compañero Juan Manuel Polo– cuando se trata de una sociedad anónima deportiva.El caso de los préstamos participativos es similar al de una televisión privada que en estos días hace campaña pidiendo donativos para poder seguir en antena. No es entendible.
El Jaén Fútbol Sala, el Fuconsa, se encuentra con el mismo problema. El dinero. Tras la marcha de Carlos César Núñez en busca de la pasta italiana y de un gran proyecto, tiene que reunir para el próximo viernes 40.000 euros que exige la Liga Nacional de Fútbol Sala.
De no ser así, el histórico perderá la plaza en Plata y, además, estará a un paso de la desaparición. Sus dirigentes no encuentran el apoyo del tejido empresarial. El momento, ya está dicho, es complicado, también para las empresas. Y, pese a lo atractivo del proyecto y de la rentabilidad publicitaria, de momento se encuentran solos.
Una excelente noticia nos deja esta semana. El debut de Manu del Moral con la selección. Es el tercer jienense –el primero de la capital– que viste la camiseta de España. Manu, con su convocatoria para los dos partidos internacionales y su fichaje por el Sevilla, confirma que está en la élite para quedarse. Como Sutil. Como Manzano...
Periodista
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Aunque sé que es absurdo porque nunca publicáis los comentarios que no os siguen, pero ¿tan difícil es dejar que la gente haga lo que quiera? Si ustedes no quieren colaborar, no lo hagan, pero al menos no intenten influir en los buenos aficionados. Por cierto, si en vez de estar dándole a la crítica por todo se hubieran preocupado un poco en conocer quienes son las personas que conforman el consejo de administración, sabrían que son personas anónimas, buenos aficionados, trabajadores en sus respectivos empleos, que lo único que están haciendo es luchar por salvar esta institución, pero están muy lejos de ser millonarios o jeques árabes. ¡Tan difícil no es de entender!
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