Fue en una jugada fortuita en la que intentó pasar el balón a Dani Hernández cuando sintió el pinchazo, “y aunque intenté seguir me di cuenta que no podía actuar correctamente y pedí el cambio, ya que estas lesiones son traicioneras y la cosa podía ir a más”.

Espín, que está completando una gran temporada, estará unos quince días de baja, pero entiende que este no será un revés en su trayectoria, ya que “espero estar pronto a disposición del técnico, aunque no adelantaré mi presencia en el equipo hasta que esté totalmente curado porque un paso atrás puede dar la traste con mis ilusiones de poder seguir aportando al equipo mi granito de arena para lograr los objetivos”.

Tras unos días de descanso, el central murciano se pondrá en manos del fisioterapeuta Alberto Fresno que con sus manos prodigiosas realizará un buen trabajo para que el jugador se recupere lo antes posible. De ello está convencido el jugador blanco puesto que “tengo depositadas muchas esperanzas en Alberto que es un gran profesional como lo demostró el año pasado en el trabajo que realizó para curar la lesión que padecí, y en esta ocasión, estoy seguro de ello, hará lo mismo para que conseguir la recuperación lo antes posible".